Añoro esos momentos en los que era chica, era una cría inocente, no sabía nada... Supongo que no es bueno el no saber nada pero tampoco creo que sea bueno el saber demasiado. El no saber nada es señal de que no te preocupas de lo que pase a tu alrededor, de que no te importa nadie y por lo tanto no creo que eso sea bueno... pero el saber demasiado a veces lo único que hace, es provocarte más y más dudas. Y cuando las dudas vienen
a tu cabeza, es como si quisieras escapar de ellas, cerrar los ojos y
pensar por un momento como sería una vida con todo claro.
A
veces te ciegas, te ciegas y no quieres ver lo que hay a tu alrededor,
las cosas malas que pasan y te dejas engañar, tal vez diciendo que estás
bien cuando realmente no es así pero lo peor, es que te lo acabas
creyendo tú mismo y eso te provoca más daño aun...
No creo que cerrar
los ojos sea la mejor opción, al fin y al cabo no sirve de nada. Lo
mejor es ir siempre afrontando la realidad, habrá cosas dificiles de
superar pero con esfuerzo y tiempo lo acabarás consiguiendo y si no se consigue, no quedará otra que pasar página, aprender a vivir con ello y evitar encerrarnos en nosotros mismos, en nuestro propio sufrimiento. Lo
fundamental que hay que tener cuando tengas algún problema es paciencia... hay que tener mucha paciencia porque las cosas tardan en
llegar pero con el tiempo tal vez puedas conseguirlas. Y esque el problema que
tenemos es que nos fijamos en lo que nos queda por recorrer pero no nos
fijamos en todo lo que hemos recorrido ya, entonces nos desanimamos y pensamos que ya hemos hecho bastante, que hemos aguantado demasiado y queremos tirar la toalla, pero por una razón u otra, seguimos adelante. Tal vez por las personas que nos quieren, evitamos el ser egoistas, pensamos en los demás y acabamos convenciéndonos de que aún hay alguien que nos quiere en este mundo y entonces vuelve a cargarse la paciencia y todo gracias a las personas que nos rodean y que nos ayudan a seguir hacia delante. Esas son las únicas que nunca nos abandonarán y aquellas que nos ayudarán a seguir hacia delante siempre, son los que curarán nuestras heridas cada vez que tropezemos y caigamos al suelo, una vez detrás de otra.
Tal vez estemos cansados
de caminar pero si hemos llegado hasta aquí, si nos hemos esforzado
tanto, ¿porqué no seguir? cada vez queda menos para llegar a donde
deseamos por eso ten paciencia y nunca te rindas.

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