Estas personas, se dejan llevar por cualquier comentario
negativo.
Puede haber personas que en algún momento o constantemente le hayan
estado llamando gorda o fea y al cabo del tiempo, se lo ha acabado creyendo. Esos insultos han quedado incrustrados en su memoria para siempre y ya nadie
los puede sacar.
No deberían afectarnos los comentarios de personas que no
nos importan pero de una forma u otra, nos acaban importando.
Debemos de
aprender que las verdaderas personas, nos querrán por lo que somos y no por lo
que tenemos o dejamos de tener.
Con el tiempo, la persona afectada va dejando de comer y
cada vez se vuelve más y más delgada pero ella sin embargo, se sigue viendo de
la misma manera.
Sus familiares, sus amigos, las personas que la quieren… le
dicen que coma, que está muy delgada, que tiene una enfermedad, pero ella ya no
puede confiar en nadie. Se cree que lo dicen para hacerle más daño. Pensará ¿Por qué debo de comer si cada vez me veo mejor? Y así es como acaba viviendo
en un mundo de dolor y sufrimiento y sin apenas darse cuenta.
Nadie puede hacerle cambiar de opinión, cada día pesa menos
y ella no se da cuenta, bueno se da cuenta pero está bien así, se siente
agusto.
La verdad, es que tu peor enemigo, eres tú mismo. Te acabas
creyendo lo que cada día te dices sea verdad o mentira, se echan mierda encima
y se acaban concienciando de ello.
No debéis creeros lo que realmente no es
cierto. No digo ni mucho menos que todas
las personas sean perfectas, nadie en este mundo es perfecto aunque puede que
haya gente que crea que sí. Pero no… nadie es perfecto, cada uno tiene sus
defectos pero tampoco debeís de darle una mayor importancia porque la gente que
os quiere, os querrá por lo que sois y
aceptará tanto vuestros defectos como virtudes y si no es así, no merecen la
pena.
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