viernes, 27 de diciembre de 2013

Deseos...

El deseo es aquello que queremos llegar a tener algún día.
 Los deseos no siempre se van a cumplir, no está garantizado el llegar a conseguir algo. Para esto, la mayoría de veces hay que esforzarse porque de nada sirve esperar a tener algo si no hacemos nada y nos quedamos de brazos cruzados.

Cualquier deseo de un niño pequeño puede ser fácil de obtener como un juguete, una pelota... pero con el tiempo cuando vamos madurando nos damos cuenta de que un deseo de verdad no puede ser nada material.

El mayor deseo de una persona es tener buena salud, una familia, amigos, gente que le quiera y el deseo más importante, el de ser feliz.

Los deseos nos ayudan a seguir hacia delante, nos ayudan a decir "yo quiero esto, y lo voy a conseguir". Si no tuviéramos deseos, ¿Qué gracia tendría el vivir? Nos levantaríamos cada mañana por obligación, todo sería una rutina, no tendríamos ilusiones por nada pero sin embargo... las personas con deseos, se levantan cada mañana para intentar hacer ese deseo realidad.

Cuando vemos que nos esforzamos pero no podemos llegar a conseguir nada, decaemos, nos deprimimos y nos entran ganas de tirar la toalla y de abandonar pero sin embargo, volvemos a levantar la cabeza, miramos hacia delante, dibujamos una sonrisa en nuestra cara y lo intentamos de nuevo. Da igual las veces que nos caigamos, siempre nos levantaremos, además, las caídas sirven para hacerte más fuerte y para darte cuenta de que la meta cada vez está más cerca.

También hay gente que se cansa y puede abandonar, tal vez porque se fija en todo lo que ha recorrido y se da cuenta de que no ha merecido la pena pero no se fija en que lo que ha recorrido ha sido mucho y que no le queda nada para llegar al final, por eso mismo se rinden. Porque ven lo negativo de las cosas, todo el esfuerzo realizado, todas esas lágrimas, aquellas palabras que se repetían diciendo que van a seguir hacia delante y que nunca se iban a rendir... quedaron en el aire.

La felicidad es muy relativa, para uno puede ser una cosa, para otros otra.

La felicidad se puede encontrar en pequeñas cosas que nos pasan cada día, en nuestros amigos que están ahí cada vez que nos cuesta seguir, en nuestra familia que nos cuida y puede también que en nosotros mismos,

La felicidad es más fácil de alcanzar para aquellas personas que no tienen tantos problemas. Esas personas son las que se pueden fijar en las cosas que les suceden cada día, pero sin embargo, la felicidad para aquellas personas que en su vida tienen más problemas, puede llegar a ser más dificil de conseguir.
Ellos no pueden valorar eso de la misma manera, necesitan cosas más significativas.

Y por supuesto, sin ninguna duda, para alcanzar el deseo de ser feliz, hay que sentirse bien con uno mismo, quererse. Nadie puede llegar a ser feliz si no se quiere, si piensa que la vida no tiene sentido, por ello, necesitamos a personas que nos hagan sentir que valemos algo, y así poder ver que somos importantes para alguien. De esta forma, es como nos querremos a nosotros mismos un poco más.

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