miércoles, 19 de febrero de 2014

Días raros...

Hay días raros en los que no sabes que ha pasado exactamente en ese día, en los que estás exenta del mundo, como si la cosa no fuera contigo. Solo quieres estar sola porque sabes que si estás con alguien seguirás en tu mundo igualmente asique para eso más vale estar solo. 
Lo único que tienes ganas de hacer es escuchar música, aislarte del mundo y no pensar en nada, como si no tuvieras una vida en la que pensar pero no se puede estar completamente sola porque siempre hay alguien cerca.

Estamos de mal humor, ¿por qué? No lo sabemos, no podemos controlar nuestros sentimientos y eso nos frustra aún más.

No sé qué pasa, no logro entenderme y a veces me canso de no entender esta mente tan complicada que tengo, me canso de convivir conmigo misma pero supongo que no me queda otra, no sé.

¿Alguna vez llegaré a entenderme? ¿Alguna vez me llevaré bien conmigo misma? Y pensar que me voy a estar acompañando toda la vida, suena raro pero… ¿podré aguantarlo? ¿Podré aguantarme? Supongo que con el tiempo lo iré viendo.

Al final ese día raro, acaba siendo un día malo en el que acabas mal y le das vueltas a la cabeza, ¿Qué piensas? Demasiadas cosas, no podría ni pararme a nombrarlas una a una, sientes que la cabeza te va a explotar, sientes que vas a explotar de un momento a otro, ¿realmente podré aguantarlo?

Días buenos, días regulares, días malos… hoy ha ido del regular al malo pero bueno, mañana será otro día ¿verdad? Qué más da, mañana estarás bien, lo que más jode es que cuando estás con una persona que te puede ayudar, siempre estás bien y luego cuando estás en tu casa estás hecha mierda, pero siempre pasa igual, supongo que será algo normal.

Cada vez me quedo más sin palabras para poder escribir aunque no lo parezca. Mis días se hacen monótonos, cada sentimiento es igual y casi todos negativos excepto algunos, claro.

No sé si debiera seguir escribiendo, supongo que esto ya no sirve para nada…

Siguen pasando los días… 
 

domingo, 9 de febrero de 2014

El don de Miriam...

Eran la una de la madrugada cuando Miriam se despertó debido a un terrible sueño. Ella tenía el don de soñar lo que al día siguiente pasaría aunque no siempre sucedía y por eso no le agradaba mucho el dormir ya que tenía miedo de lo que pudiera soñar.

Esa noche soñó con una madre que llevaba un carrito de bebé por una cuesta. Oye su teléfono móvil, la están llamando. Cuando va a sacar el móvil de su bolsillo, en un descuido el cochecito salió disparado cuesta abajo, la madre aterrada salió a correr pero fue inútil, entonces salió un coche de una calle que arrastró al pobre bebé. 

La madre aterrada lo cogió entre sus brazos lamentándose por esa maldita llamada pero ya era demasiado tarde, no se podía hacer nada.
Al final, Miriam consiguió dormirse, al día siguiente tenía un ensayo, le gustaba mucho bailar, era su sueño. 

Cuando se despertó, fue a la cocina a desayunar. Estaba nerviosa porque hoy, era su primer día en la academia de baile y estaba ansiosa por llegar. Cuando terminó de vestirse, cogió las llaves y salió de su casa.

Pensaba en la pesadilla de anoche, en lo que soñó y rezaba porque ese sueño no se cumpliera jamás…
Cuando estaba llegando a la academia, ¡oh no! Ese camino le resulta familiar, gira la cabeza hacia la izquierda y allí está la madre con el cochecito jugando con el precioso bebé que iba dentro, feliz, contenta… Pocos segundos después sucedió lo más terrible, sabía que sucedería.
 El cochecito venía en dirección a mí a gran velocidad, yo sin embargo no me aparté, sabía que si lo hacía el bebé moriría.

Me quedé parada en frente mientras que la madre corría y corría tras él, entonces el cochecito impactó contra mí, arrojándome al suelo y dejándome inconsciente. 

Cuando desperté vi que estaba en una habitación y que al lado estaba aquella mujer con su hija entre los brazos, ¡estaba viva!

-“Muchas gracias pequeña, has salvado a mi hija”

Entonces la mujer me dio al bebé para que lo cogiera, le di un beso en la frente, no me lo creía, estaba viva gracias a mí.

¿No es algo bonito el ayudar a los demás? Esto no es tan solo una narración, deberíamos seguir el ejemplo de Miriam. Ayudar a todas esas personas que estén en peligro, que necesiten nuestra ayuda…