Realmente es bonito, es bonito pensar que siempre has sido tú quien has estado llorando por otras personas, que siempre has sido tú quien has estado sufriendo, pero, sin embargo, llega un momento en el que llega alguien que llora por ti. En ese momento, realmente te sientes la persona más afortunada del mundo porque sabes que delante de ti hay alguien que te quiere de verdad, que después de tanto tiempo ha llegado una persona que merece la pena, que no es como los demás.
De verdad, sientes como poco a poco vas dejando tu pasado atrás, que vas pasando página, que avanzas. Por suerte, puedo decir que las cosas no son ni mucho menos como lo eran antes, ahora soy una persona diferente, soy más madura.
Ese momento en el que llora alguien por ti, no sé cómo expresarlo, sientes felicidad y a la vez pena, felicidad por ver que a la otra persona le importas, pero pena al ver que esa persona está sufriendo por lo que te haya pasado, es ahí cuando solo quieres abrazarla, no decirle que todo va a ir bien porque eso nunca se sabe, pero en ese momento sientes que tienes que protegerlo y que nada malo le pase y a la vez es gracioso porque ese mismo sentimiento es el que tiene la persona a la que estás abrazando aunque en ese momento sea una persona más frágil pero a la vez es esa fragilidad la que le hace ser una persona tan fuerte.
Creí que nunca iba a poder ser una persona normal, que nunca iba a poder estar enamorada de alguien, que nunca iba a poder ser feliz, pero, estaba tan equivocada… Quién me iba a decir a mí, que hoy día iba a ser la persona más feliz del mundo después de todas las cosas que he escrito en este blog, que a día de hoy sigo teniendo mis debilidades pero que esas debilidades son las que me han hecho la persona más fuerte del mundo y de lo que más orgullosa me siento es que no me han hundido, que he podido salir, con la cabeza alta y cogida de la mano de otra persona a la que amo y me ama con locura.
Tuve que esperar demasiado tiempo, demasiado tiempo para ser feliz pero ese tiempo mereció la pena totalmente. Es como que quisiera decir miles de cosas, pero a la vez no encuentro las palabras necesarias para expresarlo.
Es bonito ver como pasas de no tener ilusión por nada, de no tener ilusión ni por vivir, a valorar cada momento, vuelves a tener ilusión por las cosas y sobre todo vuelves a tener la ilusión gracias a una persona que te hizo ver las cosas de una manera un tanto diferentes.
Estoy completamente segura de querer formar una familia con esa persona, esa familia que nunca tuve, y también estoy completamente segura de que seremos los mejores padres del mundo porque si hay algo que nos sobra a ambos es amor.
