jueves, 2 de junio de 2016

¿Quién queda ahí?

Hay veces en las que tal vez necesitamos expresarnos y no lo hacemos por cualquier razón, tal vez por miedo, por desconfianza… 
Llega un momento en el que olvidas expresar como te sientes si no lo pones en práctica, un momento en el que piensas que ya nadie va a poder entenderte porque ni tú misma lo haces. Tal vez a veces necesitamos a ese alguien que nos pregunte si estamos bien, y que a la primera vez que le respondas que sí, te mire a los ojos y no se lo crea. Tal vez necesitamos a una persona en la que podamos confiar y poderle contar así lo que nos preocupe sin temor a que nos pueda juzgar, con esa libertad que necesitamos. Es como si a la vez necesitáramos confiar en alguien pero no podemos, por mucho que nos prometemos hablar cuando algo nos molesta o nos sentimos mal, al final acabaremos fingiendo que estamos bien, que no nos ocurre nada, cuando en realidad no sea eso lo que sintamos.

En ocasiones, optamos por seguir el camino de no pensar, de no darle vueltas a aquello que sentimos e ignorarlo pero no nos damos cuenta de que así solo seguimos pudriéndonos por dentro y además ya no sabemos reconocer ni cuándo ni por qué estamos mal porque nos hemos acostumbrado a sonreír y al final, nos hemos acabado por creer lo que pretendemos que los demás vean en nosotros.

A medida que la vida avanza, te das cuenta de que la gente dice demasiadas cosas, demasiadas cosas que luego no serán ciertas. Quisiera saber cuántas personas de las que me dijeron que siempre estarían conmigo, siguen a mi lado. Personas a las que les tienes aprecio van desapareciendo de tu vida, a excepción de las que ya desaparecieron del todo y ahí te das cuenta de que tu cariño es más fuerte que el de otras personas y eso es algo que nos perjudica. El querer más de lo que nos quieren, puede que haya gente que piense que es una virtud el querer demasiado a las personas pero pienso no es bueno ya que no recibimos el mismo cariño del que damos, no es recíproco. Quizás estemos haciendo algo mal, tal vez sean ellos quienes lo hacen mal, no losé.   

Es como si cada vez me costara más escribir, algo que antes no me suponía ningún esfuerzo y las palabras salían solas porque realmente no me importaba el decir cualquier cosa ahora es como que cuido más las palabras y se me hace más cansado.

Podría decir muchas más cosas pero prefiero dejarlo aquí, tal vez escriba más adelante.