domingo, 26 de abril de 2015

Querer infinito...

Como cualquier niño que nace
como cualquier flor que en pleno jardín florece
es así que de todo carece. 

Ser desprotegido en busca de cobijo 
en busca de cariño, en busca de latidos,
los latidos al compás de la luna que ya asoma
dejémonos llevar y seamos la misma persona.

Recuerdos y memorias que invaden mi mente
y es esa, esa persona tan sonriente,
esa que hacía de mis días cosas sorprendentes.

Recuerdo palabras, gestos, miradas,
te recuerdo a ti abuela, a la persona que yo más amaba,
persona feliz, y sí, es que yo estoy aquí.

Jugábamos al parchís, me hacías vivir
y es que vivías para hacerme reír.

Tan protegida me he sentido yo siempre 
como el bebé en el vientre de una madre
como flor que en el capullo aún permanece
tan solo déjame abrazarte fuerte.

Me decían mis tíos, sí tus hijos
cuando te levantes, deja a tu abuela dormir
y es que tú me pedías que eso no fuera así
¿sabías que te ibas a ir? ¿Es por eso que querías permanecer ahí?

Yo tan ciega, manos tapaban mis ojos
y es así que siento ahora no haber podido hacer ciertas cosas.

Un día sin previo aviso
y sin tiempo para despedirme
tu ya no estabas, era demasiado tarde, 
y es que el tiempo se paró desde aquella tarde en que tú nos dejaste.

Subí las escaleras del piso,
corriendo al cuarto donde siempre estabas.
¿donde está la abuela? pues nadie contestaba
en apenas segundos oí una voz, "está en el cielo y ya no volverá"...

Sin pensar lo que hacía, las persianas subía y bajaba
pues había perdido algo que yo amaba,
esa primera pérdida que ahora considero dolorosa
como cuchillos clavándose en mi piel desnuda
como manzana envenenada que provoca la desgana.

Cada mañana a la ventana me asomaba
esperando el día en el que volvieras
con esas manos en mi mejilla y esos brazos que me enternecían.

Puedo notar las lágrimas que derraman mis ojos,
siento no haberme podido despedir y que te hayas tenido que ir así, 
aunque también te digo que para mí siempre estarás aquí
lo oigo latir, siento tu mano sobre mi pecho
calmando los latidos de este corazón ardiendo, siempre estarás aquí.

Confío que el día en que yo tenga que irme
estés esperándome en ese cielo
con la luz que desprendes por cada lado que pasas,
solo abrázame fuerte y no me sueltes nunca
pues eres tú, quien quiero que espante todas mis penumbras.


martes, 7 de abril de 2015

Personas...

Las personas...

*Cada persona es un mundo por lo que nunca encontrará a dos que sean exactamente iguales pues siempre habrá algo que las diferencie..

*Cada persona tiene una historia, vive su historia y su vida, una vida llena de momentos gloriosos como penosos.

*Cada persona tiene unos gustos, una forma de vestir, una manera única de pensar, su persona...

*Cada persona cree su verdad, tiene una manera de ver las cosas diferente a los demás, pues no todas las personas miran las cosas desde la misma perspectiva. 

*Cada persona sufre, llora, ama, sueña, ríe, siente. Todo el mundo sentimos, diferentes sentimientos recorren nuestro cuerpo, nuestra mente...

Pero todas las personas tienen una misma necesidad, la necesidad de sentirse queridos y querer a los demás y al fin y al cabo es lo que este mundo necesita, un poco más de amor, pero sin embargo, las personas siguen hiriendo, siguen haciendo daño, parecen no importarles los sentimientos de los demás, tan solo quieren salir vivos, sobrevivir en este mundo tan...¿triste?.

Y es que hay cosas que duelen, cosas que hieren pero aquí seguimos, haciéndole frente a todos esos obstáculos que se interponen en nuestro camino.
La gente hiere pero también quiere aunque también es verdad que hay diferentes tipos de querer: por una parte existe el querer temporal, el querer por conveniencia para intentar conseguir algo de alguien y por otra parte existe el querer de verdad, una persona que está ahí para ti, que está en los buenos momentos pero también está en los malos...

Y es que hay personas que siguen tropezando con la misma piedra, siguen confiando en personas, y claro, luego les fallan, es lo malo de ilusionarse, te ilusionas y te acabas desilusionando, pero es inevitable porque los seres humanos somos así, vivimos, sentimos...

Decides no pensar, ¿cuanto tiempo durará esto?, creo que no mucho más, pero sigo aguantando... y es que la vida te obliga a ser fuerte, y así debe ser, debemos ser fuertes en esta vida porque hay demasiados palos que te golpean cada día pero aun así debemos seguir levantándonos y luchar como si no hubiera mañana.

Personas... son personas... personas...